En los tiempos que corren todo está acelerado. Todos corremos del trabajo al supermercado, al cine o a casa. Todos buscamos la mejor forma de “optimizar” el tiempo, de hacer más cosas en menos tiempo. Pero, ¿nos preguntamos sobre los resultados? Probablemente sí en cuanto se refiera a nuestra salud: todos sabemos que el estrés es perjudicial, que es importante lograr una balance entre vida privada y vida laboral. Pocos, sin embargo, nos detenemos a analizar las consecuencias cuando en Whatsapp o Facebook no escribimos signos de interrogación o admiración al inicio de la frase. O cuando empleamos abreviaturas actuales, que poco tienen que ver con las normas de la lengua. ¿Es un error? ¿Es grave?
A quien tenga interés de leer un comentario al respecto le recomiendo el siguiente artículo del diario El País.